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Bisagras de cazoleta invisible, todo lo que necesitas saber
Las bisagras invisibles de cazoleta, son a día de hoy y desde hace más de una década, el estándar de uso para el montaje de puertas de armarios, cocinas, lavabos y demás mobiliario. No es de extrañar, pues, que en el mercado de la ferretería y bricolaje, exista un extensísimo surtido donde elegir, según nuestra necesidad.
Es aquí donde radica uno de los grandes problemas para su venta en autoservicio, la complejidad del gran surtido a nuestro alcance. No solo por disponer de dos tamaños de cazoleta, 26mm y 35mm, sino también por su gran variedad de ángulos de apertura, acabados de colocación, etc. Aquí describiremos los “3 codos” básicos y eso nos valdrá para seleccionar, en la mayoría de las ocasiones, la bisagra que necesitamos.
Los tres tipos de bisagra de cazoleta: RECTA, ACODADA y SUPER-ACODADA
Para entender qué es el codo de una bisagra, primero debemos entender que las RECTAS son las bisagras básicas y con las que podemos conseguir la utilidad de los otros dos codos, añadiendo altura a su base. Dicho esto hay tres tipos básicos de bisagra de cazoleta, elegiremos uno u otro en función de la colocación final de la puerta que deseamos montar.
Las Bisagras de cazoleta RECTAS, son el estándar más extendido, su uso básico (sin modificaciones de altura en su base) es para dejar la puerta del mueble sobrepuesta sobre el montante y en ángulo de 90º.
En segundo lugar tenemos las Bisagras de cazoleta ACODADAS, de aquí el término “codos” para definir las tres soluciones, son las bisagras de uso menos común, pero de igual montaje y resistencia que las bisagras rectas, en este caso la puerta también queda sobrepuesta al montante del mueble, en ángulo de 90º. Lo que las diferencia de las bisagras rectas es que esta solución permite colocar una puerta sobrepuesta a los dos lados del montante, permitiendo montar dos puertas en un solo soporte, ahorrando material de construcción y espacio.
En tercer lugar tenemos las Bisagras de cazoleta SUPER-ACODADAS, su uso también es mucho menor que el de las bisagras de cazoleta rectas, pero mucho más popular que las soluciones acodadas. La gran diferencia con las dos anteriores soluciones es que en este caso la puerta del mueble queda arremetida dentro del marco del mismo, también en ángulo de 90º, pero las puertas no sobresaldrán.
Existen más opciones disponibles para nuestras bisagras de cazoleta además de estas tres características. Considerando las distintas formas de fijación, ángulos especiales y bisagras diseñadas para rinconeras, entre otras posibilidades, nos ayudan a resolver una de las preguntas más básicas al elegir la bisagra adecuada: ¿cómo queremos que se coloque la puerta?
En otra ocasión entraremos en más detalle en las especificaciones de los diferentes anclajes, ángulos y acabados, para afinar así aún más nuestra decisión de compra. No obstante, en este documento puedes encontrar más información que necesitas saber sobre las bisagras de cazoleta.